CIUDAD DE MÉXICO.- En 2019, Ingrid denunció por violencia a Erick Francisco “N”, su entonces pareja y a la postre asesino, ante la Fiscalía de los Juzgados de lo familiar.
Siete meses más tarde, Erick privó de su vida a la joven de 25 años a puñaladas, para luego desollarla y extraer sus vísceras, que lanzó por el drenaje, mientras que abandonó la piel a cuadras de su domicilio, ubicado en la alcaldía de Gustavo A. Madero.
Los vi varias veces juntos, incluso se escuchaban sus peleas en las noches, creo que él tenía problemas con la bebida y eso daba miedo a varios de nosotros, porque las peleas eran fuertes”, relató al diario La Prensa uno de los vecinos del edificio donde se cometió el crimen.
Dicha denuncia fue solo archivada luego de que Ingrid optara por interrumpir el proceso y darle una oportunidad a más a Erick, con quien sostenía una relación de cinco años.
Tras el asesinato, personas que transitaban por la calle Tamagno observan al quinto piso del edificio, en el que Erick puso fin a la vida de su pareja sentimental argumentando que “estaba en trance por un ritual satánico”.
Otro de los habitantes del inmueble cuenta que la víctima y el agresor parecían una pareja normal, aunque admite que tenían fuertes discusiones por las noches.