Aunque en redes sociales se viralizó una imagen que muestra inundado el predio donde se construye la Refinería Dos Bocas, en Tabasco, la Secretaría de Energía (Sener) aclaró que la plataforma donde se edifican las 17 plantas de la refinería no sufrió ningún daño.
Y es que este viernes 25, sábado 26 y domingo 28 de octubre en Tabasco se presentó el frente frío número siete que dejó a su paso fuertes lluvias con un saldo de 5 mil damnificados de 15 de los 17 municipios del estado.
Sin embargo, hay que recordar que en estos momentos el proyecto se encuentra en etapa de preparación y construcción, fase que se prevé dure tres años, y es que específicamente sobre el sitio donde se realizará esta infraestructura, el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) -estudio realizado por el Instituto Mexicano del Petróleo y que fue aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)- reconoce que el suelo presenta peligro por inundación; sin embargo no lo reconoce como un impacto moderado, severo o crítico.
En tanto, la secretaria de Energía del gobierno de López Obrador, Rocío Nahle explicó, en su cuenta de Twitter, que si bien es cierto que llovió fuerte en Tabasco, la plataforma de la refinería no se afectó.
¿Por qué se construye Dos Bocas?
La construcción de la Refinería Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco responde al Plan Nacional de Refinación, el cual considera la rehabilitación de las seis refinerías del país y la edificación de una nueva con miras a alcanzar la soberanía energética del país.
La nueva infraestructura, además, permitirá impulsar el desarrollo económico del suereste de México , aumentar la producción de gasolinas y diésel a nivel nacional y contrar con combustibles más limpios, ya que se estima procesar gasolinas de Ultra Bajo Azufre (UBA), la cual permite una mejor calidad del aire.
Según el plan, la refinería de Dos Bocas tendrá 20 años de operatividad, e incluso se puede extender si son bien aplicadas las medidas de mantenimiento.
¿Para qué refinar el petróleo?
La refinación del petróleo crudo implica su transformación a gasolinas y a diésel y dejar de importar estos combustibles de Estados Unidos.
Y es que el país del norte es la nación con una de las mayores refinerías del mundo, la Port Arthur que se ubica en el Golfo de México y que le permite a Estados Unidos contar con una capacidad de refinación de 18 mil 567 barriles por día.
Le sigue China que por medio de la Fushun Petrochemical Company genera una producción de 14 mil 513 barriles diarios.
Rusia es la tercera nación con mayor capacidad de refinación del petróleo. Tan sólo al día genera 6 mil 584 barriles. Es decir, la construcción de refinerías no es un asunto del pasado, sino una medida utilizada por las potencias económicas.
